
Este fin de semana tuve la oportunidad de visitar la Feria Divermóvil, ubicada en el Hotel Amares, justo frente a la playa ¡y déjenme decirles que fue increíble! Desde el momento en que llegué, el ambiente festivo, lleno de risas, luces y música, me transportó a esos días de infancia donde la diversión no tenía límites.

Este año, la magia regresa con más fuerza que nunca. Si algo caracteriza a Acapulco es su capacidad de levantarse y brillar, y este 31 de diciembre no fue la excepción. Recuerdo cómo, hace apenas un año, no tuvimos la tradicional Gala de Pirotecnia. El dolor por el paso del huracán Otis seguía fresco, pero hoy las cosas son distintas.